Cómo los OKRs pueden supercargar el impacto en las organizaciones
A medida que crecen las expectativas hacia las empresas en materia de impacto, también lo hace la necesidad de integrar estos temas en el “core” de la estrategia empresarial. Sin embargo, muchos equipos de impacto siguen operando en los márgenes, con ciclos de planificación largos (objetivos a 3 o 5 años) y escasa visibilidad dentro de la organización.
En este contexto, la metodología OKR (Objectives and Key Results) puede ser una poderosa aliada. No solo ayuda a traducir la ambición en acción, sino que también permite a los equipos de impacto ganar legitimidad, foco y tracción dentro de sus organizaciones. En nuestra experiencia, los OKRs han sido fundamentales para elevar la ambición y efectividad del trabajo de impacto, particularmente en Glovo, donde los usamos durante cinco años para impulsar programas como Glovo Access o la reducción de nuestra huella de carbono.
Aquí comparto cinco razones principales por las que los OKRs son especialmente relevantes para escalar el impacto:
1. Una cadencia más dinámica que favorece la mejora continua
Muchas estrategias de impacto están ancladas en ciclos anuales, con objetivos a medio-largo plazo y reportes anuales. Aunque esto puede ser útil para la visión de largo plazo, suele dejar un vacío en la gestión del día a día.
Los OKRs permiten instalar una cadencia más frecuente, normalmente trimestral o semestral, que facilita el seguimiento, la rectificación y el aprendizaje continuo. Este ritmo más “sostenido” ayuda a mantener la atención sobre los objetivos de impacto, a identificar cuellos de botella rápidamente y a evitar que los compromisos se diluyen con el tiempo.
2. Impulsar la colaboración transversal
El impacto rara vez es responsabilidad de un solo equipo. La reducción de emisiones requiere la implicación de operaciones y tecnología; la diversidad, del área de personas; el abastecimiento responsable, de compras y legal.
Los OKRs permiten visibilizar estas interdependencias y asignar objetivos compartidos entre áreas, lo que rompe silos y fomenta la corresponsabilidad. Esta es una de sus principales virtudes: convertir desafíos colectivos en objetivos comunes.
3. Alinear los objetivos de impacto con los “north stars” del negocio
Una de las aplicaciones más potentes de los OKRs es su capacidad para conectar los objetivos de impacto con los grandes motores del negocio —sus “north stars”. Cuando esta alineación se hace bien, no solo se refuerza la relevancia del impacto dentro de la organización, sino que se desbloquea una vía real para escalarlo.
En Glovo, por ejemplo, el principal indicador de crecimiento era el número de pedidos entregados. Para alinear nuestros esfuerzos de impacto con esta métrica clave, definimos un OKR centrado en aumentar los pedidos entregados a personas en situación de vulnerabilidad a través del programa Glovo Access. Además, vinculamos el presupuesto del programa directamente al crecimiento de la empresa, garantizando que, a medida que Glovo escalaba, también lo hacía nuestra capacidad de generar impacto.
Este tipo de alineación convierte el impacto en una palanca integrada de crecimiento, ayudando a justificar inversiones, ganar apoyo del liderazgo e incorporar el impacto en la trayectoria a largo plazo de la empresa.
4. Elevar la prioridad estratégica
Los OKRs ayudan a que el impacto deje de ser un tema periférico y se sitúe al mismo nivel que las prioridades del resto de áreas del negocio. Integrar objetivos de impacto en el mismo sistema de gestión que marketing, finanzas u operaciones permite normalizar su seguimiento y garantizar que sean tenidos en cuenta al momento de asignar recursos y tomar decisiones.
5. Fomentar la rendición de cuentas y la transparencia interna
Un buen sistema de OKRs es público dentro de la organización. Esto genera una cultura de accountability y seguimiento que es especialmente valiosa para equipos que históricamente han operado en la sombra. Compartir el avance en tiempo real refuerza el compromiso y mejora la credibilidad del área.
6. Medir lo que importa (y aprender en el proceso)
Aunque el impacto puede parecer intangible, los OKRs obligan a poner métricas sobre la mesa. Esto no solo ayuda a orientar los esfuerzos, sino que también obliga a refinar las formas de medir progreso en cuestiones como emisiones, circularidad o ética tecnológica. A menudo, este esfuerzo de medición es tan valioso como los resultados en sí.
Ejemplos inspiradores
Además del caso de Glovo, donde los OKRs fueron clave para escalar la ambición del área de impacto, otras empresas también han adoptado esta metodología con objetivos similares:
- Google, pionera en la metodología OKR, ha utilizado este sistema para impulsar iniciativas de sostenibilidad como la reducción de sus emisiones o la transición hacia energía 100% renovable.
- Patagonia ha incorporado métricas de sostenibilidad en su sistema de OKRs como forma de garantizar que su propósito guía la ejecución diaria.
Para los profesionales del impacto, los OKRs no son solo una herramienta de gestión: son una palanca para ganar espacio, credibilidad y efectividad. En lugar de navegar en paralelo a la estrategia corporativa, permiten integrarse plenamente en ella, con foco, métricas claras y capacidad de aprendizaje.
En un momento en que las empresas deben demostrar con acciones tangibles su compromiso con el impacto, los OKRs pueden ayudar a acelerar la ejecución efectiva de programas sociales y ambientales, y contribuir a maximizar el retorno de inversión para el negocio.